Comercio Internacional del Café en México 2024
septiembre 20, 2024México es un país lleno de tradiciones, culturas, talentos y marcas que han sido parte de nuestras vidas desde siempre, ya sea con un chocolate caliente por las mañanas o una cerveza fría por la tarde, provenientes de empresas que consideramos cien por ciento mexicanas. Sin embargo, aunque siempre las hemos visto como nuestras, Bodega Aurrerá, Mezcal Unión y La Costeña ya no son marcas mexicanas. En los últimos años, muchas de estas empresas han cambiado de dueño y ahora son parte de grandes corporaciones internacionales..
Este fenómeno de globalización e internacionalización no solo altera la manera en que se distribuye y se desarrolla, sino que también afecta la conexión emocional que tenemos con ellas. Chocolates, salsas y tiendas que antes eran símbolo de lo mexicano ahora han cruzado fronteras y se han vuelto globales. Así, nos preguntamos:
¿qué significa esto para nuestra cultura y cómo estas transformaciones impactan nuestras experiencias cotidianas en un mundo cada vez más interconectado?
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Veremos cómo algunas empresas mexicanas, gracias a la internacionalización, se han transformado en grandes corporaciones globales, hasta el punto de que a veces olvidamos que alguna vez fueron puramente mexicanas.
La historia de Bodega Aurrerá
Uno de los casos más destacados es el de Bodega Aurrerá, una exitosa cadena de supermercados que nació en México en 1970. Fundada como una tienda de descuento, Bodega Aurrerá rápidamente se ganó la confianza de los consumidores al ofrecer precios accesibles y una amplia variedad de productos. En 1997, fue adquirida por Walmart, lo que impulsó su rápida expansión y la llevó a adoptar un modelo de negocio más global.
Aunque Bodega Aurrerá sigue operando en México, su imagen y políticas ahora están alineadas con una de las corporaciones más grandes del mundo. Bajo la dirección de Walmart, la cadena ha implementado prácticas de gestión eficientes y ha incorporado tecnología en sus operaciones, lo que ha permitido optimizar el inventario y mejorar la experiencia del cliente.
De hecho, ha abierto sucursales en países como Guatemala, Costa Rica, Panamá e incluso Colombia, aunque bajo el nombre de “Despensa Familiar”. Esta estrategia ha sido clave para entrar en mercados donde se busca ofrecer productos a precios competitivos.
Sin embargo, esta transformación ha generado una mezcla de opiniones entre los consumidores. Algunos valoran la tradición y la historia de Bodega Aurrerá, y sienten que la marca ha perdido su esencia al convertirse en parte de un gigante internacional.
Por otro lado, hay quienes aprecian la conveniencia y las ofertas que las grandes cadenas pueden proporcionar, así como la calidad y variedad de productos que ahora están disponibles.
El cambio de Costeña
La Costeña, empresa ampliamente conocida por sus salsas y productos enlatados, es otro ejemplo de una marca mexicana que ha experimentado un cambio significativo en su propiedad. Fundada en 1923, ha logrado mantener su esencia a lo largo de los años, conservando recetas y sabores que son parte de la tradición culinaria mexicana.
Sin embargo, en 2014, fue adquirida por el grupo de alimentación español a cargo de Grupo Bimbo y Campbell Soup Company. Aunque los productos de La Costeña siguen siendo muy populares en México y se disfrutan en miles de hogares, la gestión de la marca ahora responde a un enfoque internacional.
A lo largo de este cambio se han creado disputas sobre cómo en mercados como España y el Reino Unido, donde las preferencias de consumo son diferentes, la marca ha tenido que adaptarse, lo que podría llevar a una dilución de sus características tradicionales.
La Costeña representa un caso fascinante de los desafíos que enfrentan las marcas que navegan por el delicado equilibrio entre la expansión internacional y la preservación de su herencia cultural.
Ricolino: Nuevo comienzo, mayor impacto.
Ricolino es una de las marcas más queridas en México, principalmente conocida por sus deliciosos dulces y botanas, esta empresa fue fundada en 1945, la cual ha estado presente en la vida de muchas generaciones, ofreciendo productos emblemáticos como las famosas “Paletas Payaso” o el “Duvalín”, que han deleitado a niños y adultos por igual.
Originalmente, su venta estaba a cargo de Grupo Bimbo, pero en mayo de 2022, la empresa estadounidense Mondelēz International se convirtió en la nueva propietaria de Ricolino. Esta compra ha permitido a Ricolino beneficiarse de la infraestructura y la experiencia de una de las empresas alimentarias más grandes del mundo, facilitando su expansión a mercados internacionales, especialmente en países de habla hispana.
Bajo la dirección de Mondelēz, Ricolino ha comenzado a explorar nuevas oportunidades en el extranjero, buscando posicionarse como un referente en el sector de golosinas. Muchas personas han considerado este movimiento como un nuevo comienzo para Ricolino, permitiéndole no solo mantener su esencia mexicana, sino también ganar fama y reconocimiento en un mercado global competitivo.
A medida que avanza en esta nueva etapa, la marca enfrenta el desafío de adaptarse a las preferencias internacionales sin perder la conexión emocional que tiene con sus consumidores en México.
Mezcal Unión: La Fusión de Tradición y Modernidad
Mezcal Unión es una marca que ha ganado notoriedad por su enfoque en la producción de mezcal artesanal y sostenible. Fundada en 2010, Unión se destaca por su compromiso con los productores locales y su modelo cooperativo, que permite a los mezcaleros tradicionales trabajar juntos y recibir un trato justo por su trabajo.
En 2021, Mezcal Unión fue adquirida por la empresa británica Diageo, una empresa dedicada a la producción y distribución de bebidas alcohólicas cómo Johnnie Walker, Crown Royal, J&B, Windsor o Don Julio. Esta compra permitió a Unión expandir su presencia en el mercado internacional. La integración de Unión en Grupo La Bota ha llevado a una mayor inversión en marketing y distribución, lo que ha facilitado el acceso a nuevos mercados en Estados Unidos y Europa.
A pesar de la adquisición, Mezcal Unión ha mantenido su enfoque en la producción artesanal y la sostenibilidad. La marca continúa trabajando directamente con mezcaleros locales y preservando las prácticas tradicionales, asegurando que la calidad y la autenticidad de sus productos no se vean comprometidas.
¿Qué podemos afirmar de todo esto?
La compra de empresas mexicanas por conglomerados internacionales es un fenómeno que continúa creciendo. Si bien esto puede abrir oportunidades para mejorar y expandir las marcas a nuevos mercados, también plantea preguntas sobre la preservación de la identidad cultural. Al final, el desafío es encontrar un equilibrio entre el crecimiento empresarial y la lealtad a las raíces que hicieron de estas marcas un símbolo del orgullo nacional tal y cómo lo hicieron las marcas cerveceras cómo Corona.
Industria cervecera en México…..
¿Qué opinas tú sobre estas transformaciones? o ¿Crees que las marcas pueden seguir siendo auténticas después de la internacionalización?