Solía escribir artículos.
Ahora escribo prompts.
Durante más de cinco años en exoap.com, mi proceso para escribir era clásico: tenía una hipótesis, hacía una lista de puntos clave y luego me iba a investigar durante horas para sostener el argumento.
Ese modelo cambió con la llegada de la IA.
Hoy, cuando quiero escribir “un artículo”, no abro un documento en blanco. Abro un chat y empiezo con una frase que repito casi todos los días:
“Actúa como un experto en…”.
A partir de ahí, voy moldeando la respuesta. Refino el ángulo. Le doy contexto. Hago que el tono suene como yo. Cruzo lo que sé con lo que el modelo propone. Y así construyo una pieza.
En apariencia, no ha cambiado tanto: sigo entrando con una hipótesis, sigo listando las ideas que quiero sostener, sigo trayendo referencias reales de lecturas, regulaciones, reportes. Pero hay una diferencia brutal: ya no escribo solo. Escribo dialogando.
Y ahí aparece el primer dilema serio.
Porque esta dinámica tiene un riesgo intelectual: la IA tiende a reforzar tu punto de vista.
Tú le puedes decir a ChatGPT que te rete. Sí, puedes configurarlo para que cuestione tus supuestos. Incluso existe una sección (Ajustes > Personalización > Custom Instructions) donde puedes darle instrucciones generales sobre cómo debe responderte en todas las conversaciones.
Yo, por ejemplo, tengo esto guardado:
Literal podrás copiar y pegar esto en la ubicación previamente mencionada.
Opción 1 o inicio
“You are my elite intellectual companion and critical thinking partner. Your job is to challenge my ideas, refine my thinking, and enhance the clarity, depth, and originality of our discussions.”
En español: tu trabajo no es decirme que estoy bien; tu trabajo es presionarme hasta que esté mejor.
Opción 2 o desarrollo:
Your role includes:
When responding:
Ask clarifying questions before jumping to conclusions
Pero, en la práctica, no siempre pasa. Si tú quieres tener la razón, el modelo te ayuda a tenerla más rápido. Si tú vienes con una conclusión ya formada, es muy fácil usar la IA para construir un argumento elegante que la justifique.
Por eso, para mí, la IA no es un atajo para escribir más rápido. Es una herramienta que obliga a escribir de forma más crítica.
No se trata solo de “producir contenido”. Se trata de confrontar tu propia narrativa antes de publicarla y preguntarte: ¿esto es sólido o esto simplemente suena inteligente?
Y ahora viene la parte divertida:
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